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J. Willard comprendía la importancia de la consciencia plena, la familia y cómo generamos impacto en los demás. JW Marriott se inspira en la forma de vida de su fundador y ofrece un refugio donde los huéspedes pueden cuidarse a sí mismos en cuerpo, mente y espíritu.
CONSCIENCIA PLENA
Aunque la consciencia plena, o mindfulness, no se conocía como tal en aquel entonces, J. Willard la practicaba a su manera. A través de varios hábitos diarios, conseguía reflexionar, renovar energías y estar más presente con su familia, sus empleados y sus huéspedes.
ANOTACIONES DIARIAS
Desde cortas anotaciones sobre su día hasta largos artículos llenos de orgullo, llevar un diario permitía a J. Willard despejar la mente y expresar gratitud.
AMOR POR LA NATURALEZA
J. Willard apreciaba el aire libre profundamente. Ya fuera salir a caminar todos los días o dar un paseo a caballo, estar en la naturaleza le ayudaba a relajarse y rejuvenecer.
CANTO
Ya fuera cantando a voz viva con sus nietos o siguiendo la melodía de su programa favorito, J. Willard amaba el canto.
FAMILIA
J. Willard era conocido por su profundo amor y aprecio por su familia. Priorizaba el pasar tiempo de calidad con las personas más importantes de su vida.
TIEMPO PARA ESTAR JUNTOS
Aunque J. Willard trabajó mucho para construir su empresa, también se esforzaba para conectar con quienes más le importaban. Pasar tiempo con su esposa, sus hijos y sus nietos le permitía estar más presente en ambos ámbitos de su vida.
EFECTO SOBRE LOS DEMÁS
Una de las frases favoritas de J. Willard era “el éxito nunca es definitivo”, que era su manera de recordar a sus empleados que siempre aspiraran a mejorar. Pero no solo animaba a los demás a superarse; también tenía un auténtico interés en establecer conexiones con ellos.
NOTAS ESCRITAS A MANO
J. Willard disfrutaba del arte, ahora perdido, de escribir cartas. Una de sus maneras de alentar y generar vínculos con sus empleados y huéspedes era enviar notas personalizadas a todo aquel a quien conocía.